El director Yeon Sang-ho (Train to busan) trae a la pantalla grande la adaptación de su novela gráfica del mismo nombre (2018), con una taquilla que ha superado con creces el austero presupuesto, menor a US$150.000. Se trata de una película de suspenso y misterio coreana que sigue a Im Dong-hwan, hijo y heredero del estudio de confección de sellos de un anciano ciego, Im Yeong-gyu. Mientras intenta filmar un documental sobre su padre (Kwon Hae-hyo), quien cuenta con mucho prestigio en su rubro, Dong-hwan (Park Jeong-min) descubre restos óseos que podrían pertenecer a su madre, desaparecida hace cuarenta años. El hallazgo es el comienzo de una investigación que va desenterrando secretos familiares, poniendo en cuestión las relaciones actuales y las tradiciones coreanas y que va planteando una inquietante pregunta: ¿Quiénes son, realmente, las personas “feas” en esa sociedad?
En este filme, una cinta que trata temas muy actuales en la sociedad coreana, aún regida por cánones que van poco con la modernidad, Park cumple con doble rol, al interpretar magistralmente una versión joven de Yeong-gyu, el padre de su personaje. Definitivamente, una película para reflexionar en familia.
Duración: 1 hora 42 minutos
Calificación: Mayores de 18 años (*)